Escribo a la mujer
que me deleita con risa,
escribo de corazón
con amor para mi vida.
A ella mi hermosa pareja,
a ella quien me aconseja,
quien me regala su mano
llena de amor me embeleza.
Yo le digo dulce niña,
y con caricias me mima,
yo le digo amante eterna,
y ella me ofrece su vida.
Ella es dulce,
ella es pura,
tan clara como las aguas,
tan fragante y con frescura.
A ella le entrego mil sueños,
este poema y mi duda
para que llena de amor
me consuma con ternura.
Escribo a esa mujer
que comparte mis segundos
y que gentil me acompaña ,
por los senderos del mundo.