Cuando el aura despunta en el día
empieza a ocultarse una estrella;
sólo una cosa, supera ese momento
tu mujer, eres más bella.
Cuando tus manos me acarician
como palomas en tiernos jugueteos;
llenando de alegrías mis tristezas
tu mujer, eres mi sueño.
Cuando tu sonrisa iluminan mi extravío
y tus palabras alientan mi destino;
con cariño, ternura, te conviertes
tu mujer, en ser divino.
Mientras en juegos raudos me divierto
sin pensar en nada, y con cariño;
me cuidas, me proteges y me mimas
para ti mujer, yo soy tu niño.
Por eso todo en la vida
no tendría sentido sin ti;
no concibo nada, nada
no estando tu mujer, unida a mi.