Postales

A veces quiero hablarte de mis cosas permanentes
absimos pausados de causas entreabiertas
y es solo el plenilunio de la forma transparente
burbujas de una vida que late entre tus piernas,
asida en mis refugios, pernoctas aliviada
mansalva de sinuosas vertientes de la noche,
se viene la lujuria y en ella tu mirada
desciende irreversible en todos mis derroches,
y a veces quiero hablarte sin frases optimistas
sin el ego oscuro de un vientre que me toca
azares del destino, que arden y se enquistan
en humedas simbiosis que mueren en tu boca.
Te miro, y en el descanso infinito de tu pecho
me llevo tus pezones en cada embestida,
alardes de un mañana conforme a un trato hecho
viriles argumentos que calman las heridas.