RECUERDA UN LATIDO

(Nueva versión)
Sobre la cima, el aire plomizo
me asoma a un indefinido vacío.
El viento ulula fiel viejas canciones,
ahora teñidas de gris olvido.
Las negras alas de la muerta noche
me abrigan más con su frío vahído.
Yerta la luna, mi aciago destino
en su pálida figura no esconde.
Una estrella agoniza evanescente
y despide ya su último latido.
Allá a lo lejos, la ciudad se envuelve
con un tenue resplandor, que es vestido
de fuegos fatuos, tejido con muerte,
muerte que vive de un relente herido.
Regreso por nuestro viejo camino
que dio sentido a nuestro desvarío.
Y, mientras gimen las aguas salobres
que no reflejaron nuestros temores,
su triste rumor recuerda un latido:
el que murió ayer, mi vida, contigo.