Mi amiga la botella

Tantas veces cercana a mí,

y defendida con ahínco,

muchas veces idolatrada,

querida como ninguna.

Nunca me di cuenta que no eras mía,

ya que con cada sorbo solo me destruías,

y me dejabas cual piltrafa humana,

tirado en cualquier lejanía.

Tantas noches que pase a tu lado,

tantos amigos que rechace por ti,

momentos que se me escaparon,

solo por tenerte a ti.

Pero que equivocado estaba,

creyendo que me pertenecías,

cuando solo me usabas,

porque así te apetecía.

Hoy que veo lejana esa extraña comunión,

me doy cuenta que nuestra unión,

era una simbiosis extraña,

mientras más te bebía,

mas te reías de mi en compañía de la guadaña.