Un calendario relajaba las montañas,
Renovaba mis sentidos…
El calor disolvía mis pupilas dibujando un espejismo,
Abrigando mi mirada. Correteando lado a lado el lugar
Advertía desplegar la simulación de tu interés,
Mientras obnubilado por el cemento
Disfrutaba la caricia del atardecer en tu mejilla.
Risas y carcajadas se asomaron con posterioridad,
Melodías de aquí a allá
Que sin poder caminar,
Caí derrotado en tu simpatía.
Me perdí como nunca antes me había perdido
Y me olvidé el camino de regreso,
Y sin siquiera pedir permiso
El amor tibiamente se acomodó en mi sofá.
Ese día comprendí que el corazón
Es el único sentido que le escapa a la razón.
Aquellos días imborrables
Son recuerdos recurrentes.
Distintos rumbos,
Diferentes salidas
Y eternidad de un beso despedida
Grabado en mi inconsciente.
Cada noche sueño el día
De encontrarnos juntos escondiéndonos del Sol,
Recorriendo el sendero de la fantasía.
Y aunque no te pueda ver,
Mi memoria permanece intacta,
Recordando tu sonrisa,
Amándote en silencio.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!