Soy sólo una gota de agua
en el torrente de la vida,
soy sólo un alma, perdida
dentro de la inmensidad
de un cosmos vasto, infinito;
soy sólo un ser pequeñito
a merced de Tu Bondad.
Eres Tú, Padre Bendito,
quien me gobierna en verdad,
y son mis actos e intenciones
sólo reberveraciones
de Tu Santa Voluntad.
¿A qué, pues, tantos desplantes
de supuesta "autonomía",
de soberbia y fatuidad?
Si no hay momento del día
que no sea Tu Compañía
mi fuerza y seguridad.
Ahora estoy más consciente
de mi humana condición,
de lo frágil de mi cuerpo
y de lo débil de mi mente,
que resulta insuficiente
para abarcar plenamente
de mi vida la razón.
Nada soy sin Tu Presencia
en mis pasos, en mi senda
y, de ignoracia, la venda
de mis ojos ha caído.
Señor: humilde, te pido
perdón y benevolencia,
dale luz a mi conciencia
y envuélveme con Tu Amor.-
Eduardo Ritter Bonilla.
Sábado 20 de Febrero del 2010
Conmovida por esta bella plegaria Eduardo,te saludo y como siempre te felicito por tus poemas.Una vez mas demuestras tu agradecimiento a Nuestro Padre, tu fe, tu devoción, tu amor, a la vez que no dejas de implorar perdon ,por tus errores, es tan importante agradecer!! muchas veces nos acordamos de Él, solamente en el momento de pedir! Gracias por compartir tan hermosas letras, amigo,recibe mi abrazo sincero. .....Susy.....