No bastan las cenizas para encender el fuego
viejo. Será hasta mañana dijo el mendigo,
mirando las estrellas recuerda a los amigos,
con murmullos dijo: ¿tendré algún enemigo?
La voz del ave nocturna irrumpe en la aurora,
tiemplan a los oídos, pues no es de ave canora.
En su memoria volvieron, la instancia opresora.
La luz del día, la actividad de la noche aminora.
Transeúnte desconocido va rumbo a su tarea.
A los lejos ya se oye gallina que cacarea,
es hora de levantar vuelo, a pesar que aun marea,
el vino del día anterior. También malestar acarrea.
Tal vez, acercarse a la civilización es necesario,
en la cuidad se oyen ensordecedores ruidos a diario. Allí se festeja todo, siempre hay aniversarios.
Mientras los pobres trabajan por míseros salarios.
Elegí ser caminante sin rumbo fijo, ni amparo.
Para que negar, a veces paso días muy duros,
Vivir en la intemperie, no es nada seguro.
Pero la continua discriminación trunco mis futuros.
Jóvenes: a cualquier costa deben tirar para adelante,
rendirse es de cobarde, tienen que ser constantes,
estudien hasta alcanzar la meta, eso es muy importante.
Pues la base de la pirámide, somos los indigentes.