Vernos al espejo no es lo mismo que
mirarnos por dentro,
vernos al espejo nos refleja
y muestra lo que "somos",
la misma imagen todos los dias,
muestra la cara que damos al público,
pero, realmente muestra lo que NO somos.
Cuando tenemos la oportunidad de
echar un vistazo por dentro,
ya no tenemos rostro
es lo que en verdad "somos": llenos de
sueños, anhelos e incertidumbres
y es ahi, ese remoto lugar donde escondemos las
heridas que nos duelen.
Vernos por dentro nos da miedo
por que en general no sabemos
hasta donde somos capaces de ver
que tan débiles o que tan fuertes
somos pero tampoco estamos
dispuestos a averiguarlo.
Obviamente cuando tenemos algo que
nos hace fuertes desde adentro lo sacamos
"orgullosamente", para ir formando nuestro escudo,
nuestra armadura, nuestra máscara
para ir protegiéndonos cono ese orgullo,
egocentrismo y soberbia.
Pero, a fin de cuentas,
desde adentro nosotros mismos
sabemos que con lo que nos sentimos "protegidos"
son nuestras mayores debilidades
y nuestros miedos más miserables, y somos más
fragiles que ese espejo en el que nos
reflejamos.