paseando por el cementerio

al lado del cementerio transcurrio mi vida
alli ivamos de niñas a fumar a escondidas
a pasear bajo las copas de sus arboles,
y a leer los nombres escritos
en aquellos frios marmoles.
conociamos cada esquina escondida,
cada lugubre fosa familiar,
cada cara que habia en portafotos,
en todo aquel terrorifico lugar.
pasabamos delante de su puerta
una y otra vez sin parar
y estubiese cerrada o abierta
entrar, entrar, nos parecia oir llamar.
con el tiempo talaron aquellos troncos
que vieron pasar miles de vidas
segadas algunas contra ellos apoyadas
tristemente a balazos abatidas.
con el tiempo tambien hicieron aceras
mas comodas para nuestros pies,
y crecio a lo largo y ancho
las puertas ya suman tres.
ha perdido ese encanto
que por ser viejo tenia,
ya no se quejan las ramas de los arboles
ya la puerta no chirria.
ya no vuelan los murcielagos
al caer la oscuridad,
sobrevolando nuestras cabezas
con total impunidad.
ahora es un cementerio
igual igual que los demas.