Cuando niña corría por los campos impregnada del aroma de las flores,
inocente miraba las mariposas volar libremente por el rosal colorido,
las cuales ondulaban sus hojas con la brisa tenue del resuello del campo;
muchas ilusiones y sueños vivían conmigo desde los juguetes inalcanzables
llegaba al tiempo de los años a los ósculos suaves de un amor platónico o imaginario;
Eran sueños mágicos los años de mi vida, donde las bandadas de aves, cada crepúsculo sobre mis ventanas cantaban suaves melodías de amor.
Hoy a mis recuerdos años, cuando el calzado de mis pies sobre la acera modela el suave paso, sigo soñando en el amor y cada clima de mi vida veo sus labios, sus ojos y su cuerpo, y silenciosa observo sus pasos pasar como las brisa del ayer.
Sigo siendo una niña en el cuerpo de una mujer, porque huyo a la primera palabra del amor y solo en mi queda agonía silenciosa cada día que le veo, es solo un adiós;
Mas hoy el perfume del rosal del campo inocente ha venido a mi corazón, sentada sobre
la solitaria silla y en la mesa un papel, estampo las letras escritas por mi corazón, y al leerlas por tus labios este sincero poema comprenderás lo mucho que te amo y vives en mi corazón.
Si al ocaso del día tu corazón tiene dueño, no regreses mi poema y bastara una sonrisa de verano para que tengas mi amistad.