Contra el viento y la marea,
no sólo tú, no sólo yo,
sino los dos, ¡siempre juntos!
lucharemos por este amor
cuando amenazado sea
por las sombras del dolor.
Contra toda adversidad,
contra los celos, rencor,
la envidia y perversidad,
hemos de estar siempre unidos,
con nuestros cuerpos fundidos
en una sola verdad.
No habrá fuerza en este mundo
que consiga quebrantar
dos corazones de fuego
compartiendo un gran amor
sólido, inmenso profundo,
que jamás se va a apagar.
Son nuestras almas dos flamas
de ese fuego inextinguible
que supera lo imposible
con impulso arrollador.
Voy a ti porque me llamas,
con la fuerza irresistible
de nuestro mágico amor.-
Eduardo Ritter Bonilla.
Martes 1° de Septiembre del 2009.