El despertar de un corazón

¿Qué se podía esperar
de un corazón que es de acero,
de una sangre coagulada
por el transcurso del tiempo?.
¿Qué se podía esperar
de un corazón maltratado,
desgarrado, hecho girones,
pero que sigue latiendo?.
No podía esperar nada,
ya no tenía esperanza,
yo pensé que aunque viva
mi alma fue sepultada,
entre arenas de una playa,
entre el susurro del viento,
entre una brisa marina
que aunque lejos en distancia
y aunque ya no había remedio,
aún seguía aquella brisa
calándome hasta los huesos.
Pero quiso aquel destino
que tan mal me había tratado,
que un día, en una noche,
estuvieras tú conmigo
y olvidará mi pasado.
No pensé que te quería,
hubo dudas en mi mente,
no podía comprender
que un amor tan verdadero
surgiera así, de repente.
Y pensaba que algún día,
tal vez cercano o presente,
sin importarme apenas,
sin quererte y sin dolerme,
este amor se acabaría
y no volvería a verte.
Pero hoy me he dado cuenta
de lo mucho que te quiero,
de que perderte ahora
sería morir primero,
de que aquello que empezamos
ya no es un simple juego.
No es un juego, te aseguro,
es algo más que yo siento;
es angustia por no verte,
es dolor cuando me duermo,
es tristeza de perderte,
y miedo.. quién sabe a qué,
a todo menos la muerte.
Porque prefiero estar muerta
a vivir lejos de ti,
tú me sacaste del fango
no me lleves nunca allí.
No permitas que separen
nuestro camino en la vida,
necesito estar contigo
más que el aíre que respiras.
Y si un día decidieras
que todo se ha terminado,
piensa que yo te quise,
que te quiero y que te amo,
porque antes de olvidarte
mi corazón desgarrado,
volvería a ser de acero
al no tenerte a mi lado.