Hace seis meses encontré
a una mujer con dueño,
me enamore sin querer
en aquel día de Febrero,
una oportunidad le rogué
y hoy comparte su vida,
sus sueños y su piel
en la cual tengo salida.
Pero hace poco también
desquebrajo mi corazón,
al contarme que el
no dejo de ser su razón.
La tristeza me inundó
con lagrimas de traición,
y la decepción me fumó
como poeta en balcón.
Un día al estar charlando
me entere que se enamoró,
y por como haba actuado
nadaba en un mar de dolor.
La rescate sin pensarlo
de ese mar y su frió,
pero esculcando su pasado
note algo de cinismo,
no existe nada distinto
entre sus anotaciones,
todo es lo mismo
y solo cambian los nombres.
Esta noche sin enojo
y cargando algo de calma,
le he puesto un cerrojo
a la puerta de mi alma.
Quería y ya no quiero
que ella fuera mi casa,
y le digo muy sincero
olvida el color de mi cama.
Esculcando su pasado
encontre un nada.