Justificados, pues, por la fe,
tenemos paz para con Dios por medio
de nuestro Señor Jesucristo; por
quien también tenemos entrada
por la fe a esta gracia en la cual
estamos firmes, y nos gloriamos
en la esperanza de la gloria de Dios.
Y no sólo esto, sino que también
nos gloriamos en las tribulaciones,
sabiendo que la tribulación produce
paciencia; y la paciencia, prueba;
y la prueba, esperanza; y la esperanza
no avergüenza; porque el amor de
Dios ha sido derramado en nuestros
corazones por el Espíritu Santo
que nos fue dado.
Porque Cristo, cuando aún éramos débiles,
a su tiempo murió por los impíos.
Ciertamente, apenas morirá alguno
por un justo; con todo, pudiera ser
que alguno osara morir por el bueno.
Mas Dios muestra su amor para con
nosotros, en que siendo aún pecadores,
Cristo murió por nosotros.
Pues mucho más, estando ya justificados
en su sangre, por el seremos
salvos de la ira.
Porque si siendo enemigos, fuimos
reconciliados con Dios por la muerte
de su Hijo, mucho más, estando
reconciliados, seremos salvos por su vida.
Y no sólo esto, sino que también
nos gloriamos en Dios por el Señor
nuestro Jesucristo, por quien hemos
recibido ahora la reconciliación. ROMANOS 5:1-11