El Hambre

Los huesos enmarcados en la piel, hundidos los ojos en su rostro,
las lágrimas sorbiendo como hiel, por no haber siquiera que beber,
ni tener un alimento este muchacho.
El abdomen hinchado por el hambre, en contraste con su extrema delgadez,
poco a poco sus fuerzas le abandonan, esperando de mi...
de ti, tal vez, que le ayude, que no le deje solo, que tambien vivir quisiera el.
Y yo en casa, sin pensarlo... tirando la
comida... sin saber,
que con esto que tiro a la basura, seria suficiente para el.
Por que la diferencia entre los hombres,
por que siempre el hambre habrá de ser, para las mismas inocentes criaturas,
que mueren de hambre y no saben porque.
Por que tiene un niño que morir, si solo con el pan que yo estropeo,
la vida le podria devolver.
Pero quien piensa, en todo lo que escribo,
tal vez yo mismo lo olvide alguna vez, y deje sin comer a este muchacho,
hasta que su barriga inflada por el hambre, lo deje como antes lo encontré.
Y que remedio ponemos a todo esto, si ni pensamos que pueda suceder,
pues no interesa dejar que la conciencia, afecta al egoísmo y al poder.
Solo una cosa quiero dejar bien clara; yo se que mueren...
y tu lo has de saber, por no dejar un poco de lo nuestro,
para esta gente, que el hambre poco a poco, los mata ante nosotros...
y no somos capaces... de hacer nada por el.
J.G.L.