Señoras de poca monta.

Viven del amor señoras
de poca monta,
y pagan por sus cobijos
algunas filibusteras
aquellas que sin rubor
entregan lo que no compran
y venden al por mayor
lo que hurtan de las vidrieras,
otras se delimitan
a presas aún preciadas
damas del consabido
rumor de barrios desiertos,
se dice que son del pueblo
ladronas de madrugadas
ardientes procuradoras
del señor de los silencios.
Viven del amor señoras
con edades de las ajenas,
de otras parafernalias
auroras ya desgastadas,
viven del amor
con sus años ya serenas
esperando el alba
cuando no les queda nada!