OBRAS SON AMORES

"Obras son amores"
No por mucho hablar del vino
conseguimos embriaganos,
ni el hablar de la milicia
nos conduce a ser soldados.
Conversar sobre desgracias
no nos vuelve desgraciados
y los que hablan del amor
no es que estén enamorados.
Es preciso beber vino
y al ejército enlistarnos
y sufrir en carne propia
las desgracias y angustiarnos
y encarnarse en el amor
que nos lleva a ser hermanos.
No es igual hablar del vino
que bebernos la botella;
comentar una desgracia
que sufrir, sufrir por ella.
No es lo mismo ver al toro
desde atrás de la barrera
que lidiarlo abiertamente
enfrentándolo en la arena.
Si al amor nos referimos
¿qué diremos? simplemente
que, si no nos decidimos
a vivirlo intensamente,
con el alma, con el cuerpo,
con la sangre, con la mente,
de llevarlo hasta el extremo
de morir cuando se siente,
mejor no nos engañemos,
que al hablar de amor, no siempre
la verdad nos acompaña,
pues el bien se las apaña
para herirnos cuando miente
y un amor que se platica
no es aval correspondiente.
Hay quien mucho cacarea
y no pone nunca un huevo.
Muchos hablan, hablan mucho
y no dicen nada nuevo.
No por mucho madrugar
se amanece más temprano.
Hay quien dice ser tu amigo
y no sabe ser tu hermano.
¿De qué sirve hablar de Dios
si con Dios nunca platicas?
Con un Dios incomprendido
a ninguno fortificas.
¿De qué vale, si no lo andas,
el camino que predicas
y al obstáculo primero
lo abandonas y claudicas?
Si me voy de qué me sirve
me desees tanto bien
si al marcharme no me das
ni un boleto para el tren...
Ya con esta me despido
y te doy mi corazón,
tal vez no literalmente;
pero...al menos un pulmón.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC