Y camino de un lado para otro, con la ansiedad del condenado a la pena capital en el corredor de la muerte.
Muerdo mis labios hasta romperlos, muerdo mis labios hasta que sangran, a fin, de saciar en parte, mi sed de tu boca.
Insuflo gases toxicos a mis pulmones y muerdo las carnes rojas de mi boca, para acallar cualquier intento de gritar tu nombre, tu maldito nombre, tu bendito nombre.
Creo angeles de barro y los ato a tus sienes desde la lejania, exigiendo, paradojicamente a mis demonios que te traigan hacia mi, en este maldito minuto de mi soledad.
Evaluna esos versos son "simplemente" poesía todas mis plumitas para ti Te escribí en extenso pero estas saturada y mi carta rebotó. No tengo otro medio. me encantaria que nos encontraramos. No puedo poner mi correo. Buscame en internet mi nombre verdadero es el que conoces. cariños sinceros de otra mujer como tu Orietta de la Jara.