Veo el amor desde mi ventana,
desde el mismo refugio de mis pasiones,
siento celos del que ama,
quisiera ser un amante
reclamo mi parte en el juego del amor,
he sentido ser amado
nunca he podido dar calor
es injusto mi destino, igual mi dominio,
soy un hombre sin valor
mi ideología no alcanza la mano ajena
que se acerca a la mía,
siento tantos deseos de ello, y lo pongo a un lado
en el momento, en el ordenador,
en el ordenador de mis ideas en la mañana temprana,
cuando todos los días veo el amor desde mi ventana.