Construyendo mi paraíso

Pliego el desierto que se resiste en el dorso,
La sed perdurable que sujeta a las fauces,
La singular tribulación que amordaza al infierno.
Pliego el aroma de muerto en las palmas,
Sonrió bajo un planeta telúrico,
Confió en que este mañana, sea mi futuro.
Escucho el azorado silbido del recelo,
Hostigar en las falanges, sin esculpir al grito,
Que aparenta ser un tenor
Cuando el viento exhala
Y despoja la verdad ya muerta.
En el escaramuzo de las heridas,
El verbo se muda en un juramento.
El amor se abalanza y se tiende en el pecho,
Se contrae y espera que las cenizas
Que ayer anduvieron siendo fuego,
Medren bajo la tupida piel de viejas añoranzas.
Al meditar en la lejanía del pensamiento,
Al hender los vientos viajeros
Que traen consigo permutados sueños.
Me quedo quieto, inhalo las corrientes del océano,
Y dejo expeler a los ojos
Este Páramo que cabalga en los secretos
Y albergan la utopia de un amor como el tuyo.
Tengo que ocultar la mirada erizando la boca,
Hacia dentro, fingir que el mundo construido,
Me compunge a una soledad visceral de miserias.
y me detengo, miro la hora que no marca nada,
Me arrepiento de no salir circunvalando,
De seguir aquí quieto, sollozando
Por este mundo que dejó de tener su propia magia.
Quiero yuxtaponerme cerca de tu boca,
Hablarte bisbiseando al oído,
Quedarme cerca de ti, murmurando,
Construyendo junto al paladar
El sonido de nuestro místicobeso.
Bambolear por tus manos,
Mientras suena tu trovar,
Loar a tu bella voz entonando
Al amor de este otro mundo
Bailando junto a tu bailar.