Era un impulso, necesidad de llenar el vacío, estaba ahí para beberlo y yo lo bebía, me gustaba su color en la copa y llegué hasta disfrutar su sabor y su aroma. Comencé con un sorbo, luego una copa y otra, un día mas de soledad y un día mas para beber Compulsivamente fue en aumento, y mi alma aún más vacía se congelaba, mi estomago ardía como llamas en verano, pero mi boca ansiaba una y otra copa.
El placer de los primeros días se fue aminorando y necesitaba más, más para volar, pero al despertar de ese sueño, el abismo aún crecía más y más, ya no sentía, ya no añoraba, solo deseaba tener esa copa en la mano, hasta olvidé el porqué de mi pena, y solo veía una copa en mi mano, que me hacia beber aún mas el vacío.