PARTE I.
LA HERIDA MALIGNA.
En silencio se abre la herida,
Rutila, sangra y se aviva como una llama ardiente,
Quemando de muerte cada pedazo subyacente.
Rasgando lento partes de ella.
Y avecina sus negras ansias destruyendo a su paso
Recuerdos, besos y sonrisas,
Despliega su furia como alma enajenada
Dejando huellas, cicatrices y rastros de dolor.
Abre sus inocuos y lagrimeantes ojos,
Para lanzar dagas que fulminan y añaden sigilo,
Perpetúa en el oído como un eco o grito profundo,
Haciendo magna la dicha de su sádica obra.
Se viste de hilos malignos, de dudas y mentiras,
Arrastrando la carne hasta la perdición,
Disfruta indignante del daño que aduce,
Y Se jacta la hiriente y quemante maldición.
Sus ácidos de malicia vuelan circundantes,
Llenando de amargas lagrimas las miradas,
Sepultando entre el odio la dicha,
Devastando la vida en la nada.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!