Indómito es el corazón,
Quiere ser libre como el viento
De aventuras está sediento,
Y del amor no acepta condición.
Galopa desenfrenado,
Sin obedecer al pensamiento
Al llorar no tiene entendimiento,
Dentro del pecho grita angustiado.
Andariego recorre por la vida,
Corazón altivo y distraído
Busca la alegría que has perdido,
Y olvida la derrota sufrida.
Al olvido yo te sentencio,
Andarás tras las huellas del amor
Sentirás del engaño temor,
Y herido serás por el desprecio.
Ángel R. Anaya Puerta
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