Si es pecado amarte así,
Como te amo,
Pues yo acepto mi pecado...
Y si me exigiese el credo
Que de este amor, me hubiese retractado...
Te juro que ni en sueños...
Dejaría de amar este pecado...
Me quieras o no...
¡Felicidad o fatal desdicha!
Son de tus manos...
Las últimas caricias,
Que desea mi corazón enamorado...
Tu rostro es para mí
Una mirada fija...
Unos labios que pronuncian...
Palabras que me acarician..
Tus manos, mis favoritas,
Como las de los ángeles del cielo
Son suaves y expeditas
Por mi cuerpo bajo tu celo...
Amor qué quieres de mí,
Dilo pronto y te lo llevo...
No me hagas más sufrir,
Que me consumo en desvelos...
Quiero disfrutar de ti,
Como dispongas primero
Y aunque las cosas, se que tienen su momento...
El corazón no entiende de eso, porque es un ¡necio!...