De no haber sido poeta...

De no haber sido poeta,
hubiera sido pintor
y de colores de amor
llenaría mi paleta.
Podría pintar la flor
de tus labios encarnados,
junto a unos lirios morados
en la flor de su esplendor.
Podría pintar tus ojos
como gaviotas en vuelo,
con los colores del cielo
que me provocan antojos.
Podría pintar tu piel
con su sabor a ternura
que conserva la dulzura
del azúcar o la miel.
Buscaría en los jardines
sin demora ni tardanza,
el color de la esperanza
y el candor de Querubines.
Con mis pinceles más finos
y rozando el óleo apenas,
pintaría las cadenas
de tus cabellos divinos.
¡Ah, si yo fuera pintor,
con cuánto amor pintaría
tu imagen y soñaría
de los sueños, el mejor!
Tal vez me fuera preciso
tu sonrisa dibujar
Mas, si te viera llorar,
me quedaría indeciso...
¿Cómo pintar tu sonrisa?
¿Cómo plasmarla en un lienzo?
¿Con el color más intenso?
¿Con el frescor de la brisa?
¿Y tu suspiro...? ¿Cómo hago
para pintar tu suspiro?
¡Qué tal si viendo, me inspiro,
la plácida paz de un lago...!
Mas, tus lágrimas...¡Dios mío!
No las quisiera pintar.
Prefiero pintar al mar
en una tarde de estío.
No quiero verte llorar
porque me da escalofrío;
prefiero pintar un río
en su camino a la mar.
Voy a pintar de ilusión
la luz de mi entendimiento
y dejaré con el viento
se vaya mi corazón.
Si hubiese sido pintor
te pintaría coqueta,
así como hace el poeta
cuando describe el amor.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC