Gástame los labios, con un beso prohibido,
De esos que elevan a la gloria de lo vivido,
Muerde mi boca y entre tus dientes, coquetea
Con tu lengua, despacio, descubriendo la mía.
Dilapida el silencio que envuelve mi vida,
Con la sutileza del amor reprimido, en un suspiro
Apaga la antorcha de mi cuerpo, en llama,
Evita elevarse el fuego de la hoguera, en tu hastío.
Prodiga la dulce sensación, del reflejo de la luna,
En el suave matiz de cada uno de tus cabellos,
Abrígame en tus brazos, mientras te lleno de besos,
Hasta extasiarme, del néctar de tus silencios.
Gástame los labios, con un beso prohibido.