¡OH, CUAN DULCE MARAVILLA!
Estar como una semilla
en un multiplicativo
fruto del surco cautivo
que se elabora en la arcilla.
¡Oh, cuán dulce maravilla!
Permanecer escondido,
y soportar lo que humilla
estando a su amor rendido,
con esperanza sencilla...
¡Oh, cuán dulce maravilla!
Hacer que crezca en racimos
el amor maduro y fresco.
Saber que le pertenezco
aunque al amarnos sufrimos.
¡Oh, cuán dulce maravilla!
Saber que su amor fecundo
con tantos fulgores brilla,
que no lo contiene el mundo
por más que ignore su orilla...
¡Oh, cuán dulce maravilla!
Mirar que creció la planta,
que se convirtió en arbusto
y sentirme tan agusto
con ese amor que me encanta.
¡Oh, cuán dulce maravilla!
Vivir unidos, unidos,
estando los dos heridos
y atados a una gavilla.
¡Oh, cuán dulce maravilla...!
Heriberto Bravo Bravo SS.CC (Derechos reservados)