Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Poesía
Todos
Ordenar por:
Mas recientes
Menos reciente
Más vistas
Defecto
Poema
La Poesia que ha intentado acceder no ha sido encontrada en nuestra base de datos, a continuación le mostramos una poesia aleatoria.
Categoría: Personales

La ducha en el espejo

¿Alguna vez te has duchado frente a un espejo?... yo lo hice hoy... fue sin pensarlo, pero allí estaba mi imagen reflejada. Siempre procuro evitar verme desnuda, vergüenza, pudor... unos cuantos sentimientos mezclados para bien o para mal. Pero no se porqué hoy ha tenido que ser diferente. Hoy me ha gustado lo que he visto.
Comencé por mojar todo mi cuerpo con agua tibia, subiendo los grados de la misma. Me gusta sentir el agua que casi me queme resbalar por mi cuerpo. Cogí la esponja y derramé sobre ella una buena cantidad de gel, apreté la esponja contra mi cuerpo para comenzar con un suave masaje en mis senos, veia como la espuma resbalaba por entre estos. Esa imagen empezó a excitarme, mas lo que me esperaba, seguí frotando mirando como la esponja se paseaba por entre mis pechos, imaginandote, imaginando que tu estabas mirando.
Veía cómo gotas de agua caían por mis pezones que se tornaban duros por el frío de la habitación.
Por un momento aparté la vista, no podía creer lo que estaba sucediendo. Pero de nuevo la tentación era mas fuerte que mis principios y giré la vista hacia el espejo.
Seguí acariciando mi piel con la esponja, por un momento creí sentir que eran tus manos las que me acariciaban. Mi cuerpo se estremecía con cada caricia, el agua seguía fluyendo por mi cuerpo, se hacía camino entre la blanca espuma.
Giré mi cuerpo, ahora solo se veía mi espalda desnuda, completamente libre de ataduras, de ropa, solo era ligeramente cubierta por algún mechón de pelo que juguetón, quería ser protagonista de aquel momento.
Tomé entre mis manos un poco de jabón, quería lavarme el pelo, a ver si cerrando los ojos aquella imagen se borraba de mi mente. Por un momento lo conseguí, logré concentrarme, pero de nuevo, al coger el grifo de la ducha, la sensualidad ganó al pudor. Alcé el brazo por encima de mi cabeza unos centímetros, ahora el agua caía precipitadamente por mis hombros, por mi espalda pasando por donde ésta termina su buen nombre, cayendo sigilosa al suelo de la ducha.
Decidí seguir jugando con mi cuerpo, seguir explorando, saber hasta dónde podría llegar mi excitación.
De nuevo giré mi cuerpo hacia el espejo, ahora estaba frente a él como se llega a estar frente a un amante.
De nuevo cogí la esponja y como si de un ritual se tratara, derramé sobre ella una buena cantidad de gel. De nuevo la apreté contra mi cuerpo hasta hacer espuma. Comencé a bajar, tapando cada centímetro de mi cuerpo con aquella espuma blanquecina. Su olor envolvía todo mi cuerpo.
Empecé a pasearla por entre mis muslos, de nuevo aquella imagen hacía que mi respiración se agitara, podía sentir los latidos de mi corazón entre mis piernas. Solo quedaba vencer el pudor… pero me costaba tanto…
Cerré los ojos un momento y tu imagen vino a mi mente, seguro que te gustaría haber estado allí… y sin casi darme cuenta, mis manos se paseaban por mi monte de Venus.
Estaba caliente, un calor cálido, húmedo, suave. Abrí un poco mis piernas, solo unos centímetros, necesitaba sentir más y el espejo… solo ayudaba a subir la temperatura, la humedad ya existente entre mis piernas.
Primero fue un dedo, entraba y salía de mí, provocándome placer, pero necesitaba más, el agua seguía fluyendo, haciéndose camino por entre las curvas de mi anatomía, como si no quisiera perder detalle de cuanto ocurría en la ducha.
Otro dedo más, ahora la excitación comenzó a subir, casi no podía ahogar el placer que aquello me provocaba.
Mis ojos no dejaban de mirar el espejo, no dejaba de mirar mi imagen reflejada, mis manos entre las piernas, buscando alcanzar el máximo placer. De nuevo tu imagen, por un momento creí sentirte conmigo, imaginé que mis manos eran tus manos.
Imaginé que estabas tras de mí, rodeándome con tus brazos, haciéndome enloquecer con tus caricias. Por un momento mi mente se volvió lasciva, ya no me importaba el espejo, buscaba su mirada silenciosa.
Acariciaba mis pechos, mis pezones, como si no los quisiera dejar escapar, mi mano seguía entre mis piernas, mis dedos entraban y salían de mí. Cerré los ojos, el momento del mayor placer se estaba acercando.
Y siempre él, siempre el espejo, testigo mudo de mi placer.
Una sensación comenzó a envolver todo mi cuerpo, un escalofrío dulce se expandía desde la zona central de mi entrepierna hasta el resto de mi cuerpo, no podía parar aquel ritmo frenético que me elevaba a la cumbre mas alta del placer para detener el tiempo unos segundos, entre gemidos, entre mi respiración agitada para devolverme a la tierra suavemente, sin apenas darme tiempo a nada…
Podía sentir los latidos de mi corazón en la zona más cálida de mi cuerpo, retiré mi mano suavemente para no romper la armonía con movimientos bruscos.
Después de aquello sólo me quedaron fuerzas para mojar todo mi cuerpo con agua tibia.
Cerré el grifo de la ducha y tapé mi cuerpo con una toalla. Cogí el espejo y fui a mi habitación.
Era la primera vez que me duchaba frente a un espejo, pero te aseguro que no será la última.
Datos del Poema
  • Código: 265124
  • Fecha: 17 de Abril de 2006
  • Categoría: Personales
  • Media: 6.7
  • Votos: 142
  • Envios: 8
  • Lecturas: 2,340
  • Valoración:
Datos del Autor
Nombre: emc24
País: EspañaSexo: Femenino
Fecha de alta: 22 de Septiembre de 2005
Ver todas sus poesías
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 18.220.11.34

0 comentarios. Página 1 de 0
Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Poesias: 99,627
»Autores Activos: 4,260
»Total Comentarios: 47,522
»Total Votos: 9,266,099
»Total Envios 159,596
»Total Lecturas 142,892,756

© HGM Network S.L. || Términos y Condiciones || Protección de datos | Política de Cookies