Se encontró con la razón el corazón un día,
Y en uno de los dos había un enigma, una ilusión,
Resulta que el dolor hervía,
Ante una risa fantasma, brotaban de sus labios,
Palabras que morían,
¿Qué era aquello? ¿Una herejía?
¿Un vivir muriendo en vida? ¿O un latir viviendo inerte?
Vaya gente tan valiente,
Que ni siquiera consiguen,
Que un alma en la paz reviente,
Para conseguir la mentira,
O la verdad inconsciente,
De un ser que todavía respire,
La razón o el corazón…
El corazón o la razón…
¿Quién podrá más en un combate a muerte?
El dolor de no quererse o el amor a no perderse.
Corazón… razón, vaya cosas que se inventan,
Con sentido o sin el que más da,
A todos nos complementa.