Los amantes de Criptana

Eres, por más que lo pienso.
Sonrojas a la luna
con el fundir de tus besos.
Silencio y silbado
en los campos de La Mancha.
Mi corazón negro tornaba
en un jardín de soledad perdido.
Aquellos molinos
que para alguien fueron gigantes
me dicen que han visto a un amante
con un corazón escondido.
Amante devuelve mi corazón
a su sitio
Que sin él mis ojos
no pueden sentir
lo que quisieran sentir
viendo en ti tanta hermosura.
Amante devuelve mi corazón
a su sitio
Que él sin mis ojos
no puede ver lo que está sintiendo
mientras lo envuelve esa piel
tan bella, tan fina
y con tanta blancura.
Silencio y silbado
en los campos de La Mancha.
Un amor declarado
entre rincones de espesura
de luna blanca.
Ni Romeo y Julieta,
ni los Amantes de Teruel,
ni los amores que menos se engañan
se quieren tanto
como los amantes que aquí se narran.
Estos son, sencillamente,
Los amantes de Criptana.