Cansados los pies de desandar caminos,
quise tocer designios de mi vida,
nómade de amores inconclusos,
sedentario de esperas ya perdidas.
Receptor de pérdidas y rechazos,
reuni penas y desdichas,
en pasados con luz de desventuras.
queriendo trocarlos en dichas.
en silencio tejí mis esperanzas,
en la trama feliz de los encuentros,
pero no sirvieron alabanzas,
ni consiguieron alimentarse dentro.
Se pierden horizontes de recuerdos,
en tiempos que se mueren desolados,
se va con ellos mi vida acobardada,
repleta de deseos superados.