No merece el amor quien nos olvida,
quien se lleva colgando nuestra risa,
el que sabe mentir con los silencios
y se lleva en sus manos nuestra vida.
No merece el amor quien no es humano
y el engaño lo muestra en su osadía,
el que deja marchitas ilusiones
abrazándonos siempre con mentiras.
No merece el amor, no lo merece
porque va regalando hipocresía,
porque es un antónimo, un hereje,
un manojo de estiércol y de arcilla.
Despojemos el alma de pesares
y miremos la luz del nuevo día,
Dios nos tiene un amor en cualquier parte,
un amor que nos colme de alegrías.