El aire enviciado,
flota en el ambiente,
un ángel existe
y de mi mano crece.
La angustia desborda
al fin mis sentimientos
mis ojos que lloran
se niegan a creerlo.
Un día me dije
¡será para siempre!
y hoy quiero estar sola,
soñar que me quieren
y en mi corazón brotan
recuerdos recientes.
Quisiera decirme
que todo lo puedo
que nada es imposible
cuando en tus ojos pienso.
La casa, yo misma,
¡todo es un desierto!
todo me aísla,
de lo que tanto quiero.
Yo soy la que sufre
la que vive en silencio,
la que guarda en el alma
¡tantos recuerdos!
La soledad tan mía,
acude a mi encuentro,
no quiere separarse
de mi cansado cuerpo.
Hoy busco alegrías
donde ya no existen,
y la cruel agonía
en anularme persiste.
Hoy quiero gritar
que todo lo puedo,
que no estoy vacía
ni oscura por dentro.
Elsa Fariña
(año 2001)