Ver por mirar.

Me encontré con Dios hurgando entre mis penas
de mantos sagrados y espadas calientes
con la vista fija en la soledad que encadena
con la boca seca de los santos prudentes,
me encontré en la esquina de los diez mandamientos
con cada renglón de algún libro perdido,
cayendo en la suma de cruzados silencios
con gritos perpetuos de tantos olvidos,
me encontré con Dios y en sus basureros
de tanta verdad como falacias divinas,
me dijo que vuelva al País de mis sueños
aquel que murió en sus propias mentiras,
y en cierto pasaje de su visión altruista
capté el pensamiento del mesías en celo,
cayendo despacio, bajando la vista,
sabiendo que infierno es lo mismo que cielo,
entonces me fui con el alma partida
de tanto siniestro que agita en mi suelo,
pensando que el mundo es dogma sin vida
y ver por mirar es cuestión de los ciegos!