Así, con el paso del tiempo,
poco a poco, lentamente,
los he ido conociendo
a través de sus palabras,
sus poemas, pensamientos.
Y poco a poco, he ido abriendo,
como quien abre un sagrario,
uno a uno, corazones
a través de sus razones,
en el ejercicio diario.
Con sus bellos comentarios,
abundando el buen humor,
la sabiduría, el ingenio,
me han dado el diario alimento
que me impulsa a proseguir;
alentándome a escribir
con sincero sentimiento.
A fuerza de repetir
un intercambio cotidiano
de conceptos y opiniones,
sus gentiles corazones
con el mío se han hermanado.
Es así, con cada uno
de los insignes poetas
y los asiduos lectores
de este querido Rincón,
que se han borrado distancias,
hoy me envuelven las fragancias
que brotan del corazón.
¡Tantas frases elocuentes!
¡Tantas palabras de aliento,
de bondad y aprobación!
Han sido el diario alimento
y me han servido de aliento
para expresar lo que siento,
fruto de mi inspiración.
Larga es la lista, en verdad,
de nombres que se han sumado
con el tiempo, uno a uno,
en el curso de esta historia;
a todos los quiero ya
sin olvidar a ninguno
y a todos los he guardado
como un preciado tesoro
en el cofre de mi memoria.
Hoy rindo un justo tributo,
un merecido homenaje
de adhesión y gratitud,
a cada lector y poeta
en este literario viaje
compartido, hacia la meta
de intercambiar pensamientos,
experiencias, sentimientos,
con fraternal actitud.-
Eduardo Ritter Bonilla.