Ojos más crueles no vieron
los ojos que os contemplaron
cuando, por veros, miraron,
y, al mirar se deshicieron;
que vuestros ojos debieron
herir tal vez a mis ojos, de sus enojos dolidos o por llenarme de enojos. Y, viendo que las miradas
de vuestros ojos herían,
notando que se encendían,
las sintieron apagadas;
que de vos son mal pagadas
y de vuestros labios rojos, de sus enojos dolidos o por llenarme de enojos. Que malos son los quereres
que premian así pasiones,
hiriendo los corazones
con sus dobles alfileres;
son por ello mercaderes
que negocian sus antojos, de sus enojos dolidos o por llenarme de antojos.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!