¡Ay, padre!
¡Ay padre de mis amores,
padre de mis entretelas!
Déme una poca de luz,
que me estoy quedando ciega.
Aunque me quede en silencio,
mirando a las estrellas,
yo le busco y no le encuentro.
Mi vida esta en tinieblas.
Padre, cuanto sufrimiento
lleva mi alma por dentro.
Siempre mendigando amor
viendo como pasa el tiempo.
¡Padre, ayúdeme usted!
Que bien sabe lo que quiero,
que la agonía que tengo
me esta quitando el aliento.
¿No ve que estoy muy adentro
de ese pozo... que es ciego?
Me quedaré en silencio
esperando mi momento.
Mis ojos se están cerrando.
La llama ya se ha apagado.
Tiéndame la mano, padre,
que junto a usted estoy llegando. Jucrema