En el florido vergel,
de mi vida por supuesto
un gran anuncio hay puesto,
en un hermoso cartel.
diciendo.
Que una musa estoy buscando,
y de ella lo que demando
es que sea dulce y sincera
de virginal primavera
que me siga a mi inspirando.
Que tenga buen corazón
que me colme de ilusión,
que sea tierna y sonriente
agradable, sugestiva,
amorosa sensitiva,
con un amor sugerente
en fin.
Una verdadera musa,
que embellezca mi jardín,
un poco abierta la blusa;
para que mi inspiración
tenga el don.
fragante que da el jazmin
con su aroma si igual,
que una musa angelical
siente en su alma reunir
y al amor hacer vivir
la pasión más sensual.
El poeta
desconocido.
13-7-011