Cuando nace el olvido

Cuando nace el olvido; cuando el recuerdo se esfuma entre las estrellas y la inmensidad se hace inalcanzable, hemos dejado atrás los momentos donde conocimos el amor.
Nada es igual cuando nos impactan las tinieblas, que vagabundas rellenan cada espacio de nuestro pensamiento para no dejar huellas de aquello que nos hizo temblar de emoción.
Cuando muere el recuerdo, el silencio usurpa
con avidez nuestro sentir y nos volvemos espectro de un pasado sin historia. Somos entonces parte de un presente vacío, con un corazón enjugado, tal vez por el dolor, pero casi inerte, incapaz de trotar en pos de la ilusión que otrora fuera su fuente de vida.
Cuando nace el olvido muere el recuerdo y el alma queda ausente, hecha jirones; sin una sorisa ni una lágrima.