Te he robado...un instante de tu vida
una precoz ráfaga de haceres y sustentos,
y si he sido feliz, que mas pido todavía
y si me has hecho dichoso, hoy, no lo lamento.
Que me puedas alcanzar el mundo en tus manos?
te creo capaz...no lo dudo ni un momento,
como tampoco la fiebre de amor que no en vano
supiste acampar, en mi cuerpo con tus vientos.
Y si he decirte, que la dicha me ha consumido,
de tanto estar habitando en tu morada,
que me vas hablar de humos y de olvidos!
que me vas a decir...que no ha dicho tu mirada.
Y al robarte, ese pedazo de tiempo presuroso,
la marca que has dejado, jamás morirá despierta,
dormirá seguramente, cuando apaguen mis ojos,
y serás tu, la única... en darte cuenta.