Violentas palabras que en mis oídos estallaron,
Surgentes de ruegos, suplicas y llantos,
En ti no impactaron,
Seguiste indolente tu camino emprendido.
Y al dolor dormido yo he retornado,
Cruel me dejaste,
Por un amor que sólo le interesa en ti el pecado,
Y tu sucumbiste a un verso enunciado,
Por ello quede callado,
Pero igual que la tormenta que con nubes a tapado,
No mata el sol sólo esta ocultado,
Y mi alma persiste,
Invocando al amor aunque me resulte tu ausencia triste,
Por ello ya no te lloro y mi rostro sonríe,
Hoy otro amor existe.