Las extensas sombras de la noche
Salvaguardan mi caminar,
Decidido a romper con el reproche,
Que anclando mis pies al suelo
No me deja volar.
Sonrió al demonio que viene a mi encuentro,
Como a cada verano va el mar,
Me siento una bomba, pero con sentimientos,
Que está apunto de explotar.
Y creo que me voy a levantar.
Ahogare esos minutos,
Que no me dejan respirar;
Esos segundos,
Que nunca dejan de pasar;
Los momentos,
Que jamás han de llegar.
¿Que habita mi piel?
Que me hierve cuando pienso;
No quiero la miel
Si no puedo vivir del exceso.
Intento comprender
Por que el mundo es tan negro.
Se que voy a enloquecer,
Si tú no vienes, yo no me encuentro.
Mientras tanto…
Volveré del infierno,
Solo por verte una vez más.
Así se que me condeno…
Hice un trueque con Satanás:
"Yo te doy veneno,
Que enloquezca tus venas;
Y una noche,
Para poderla amar,
Tu a mi me tienes que dar
-- Me dijo en calma y sereno--
Tu alma por toda la eternidad."
Y así nunca he dejado de penar…