Todo ahora es tan real,
que en realidad me doy cuenta
de mi ignorancia al idealizarte
cuando realmente no eras ideal.
Hasta ahora, después de tres años
de convivir contigo,
me doy cuenta que nuestra convivencia
fue un martirio.
Si, y me doy cuenta de lo idiota que he sido
al amarte como te he amado
mientras tú te reias
de mi amor idealizado.
Abrí los ojos, aunque tal vez un poco tarde
ahora miro la realidad con los ojos de mi alma
y por primera vez te veo cual eres
un ser que solo piensa en sí mismo,
un ser sin corazón, deshumanizado,
viviendo de los ideales de los demás.
Un ser vil y aprovechado
que no puede brillar con luz propia
sino con los reflejos robados.
¡Ah, ser cruel y desdichado!
hasta aquí llegó tu gloria
porque hoy lo nuestro, ha terminado.