Avanzaron los tiempos del destino,
en oscuras medianoches de delirios,
y entre el bullicio del estío,
excedí los límites de la vida,
como si más allá fuera a encontrar,
la forma de vivir a mi manera.
En sueños,sin comparar razones,
me atreví a inmortalizar visiones,
con algunas circunstancias, alcanzar fusiones,
y con cuerpos amarrados,
pretendí las almas,
para quedar grabados en pasados.
Pasó el verano,como pasa todo,
no importaba cuanto,ni de que modo,
con la urgencia de no quedar solo,
trasgredí esencias a mi voluntad.
Ahora recuerdo:,¿porqué tanto riesgo?,
costaba más, que la soledad.
Con el otoño sobre mí,
perdí la ultima hoja,sí que la perdí.
Esa,que en forma definitiva,
perdí la cordura y perdí la calma.
La perdí resistiéndose,
en una esquina de mi alma.