Versos libres III

Que estoy harto de encerrarme en mi cuarto para andar forzando el parto.
Que cuando se vacíe el vaso voy a salir a hacer el payaso, a buscar una chica que no eluda mi caricatura de tus besos de Judas.
Que dejé plantado a Bécquer en nuestros encuentros diarios, en los que juntos maldecíamos las carencias de los diccionarios.
Que cuando el olvido se olvida le echo alcohol a mi bebida.
Que hace tiempo que tu sonrisa dejó de ir a juego con la brisa.
Que rompí de nuevo esos malos sueños y les robé el pegamento para que no dictasen testamento.
Que una cama caliente sin ti no es algo indecente.
Que este vagabundo vino como tal al mundo señora, pero también sabe ponerse chulo y mandarla a tomar por el culo.
Que al amanecer es posible que encuentre la luna a mi lado, en el seno de mi cuna.
Que el actor que convertiste en espectador se rebeló como escritor.
Que las canciones de Rock and Roll han dejado de hablarme de ti y lo único que tienen en común es que hablan de mi.
Que demostré tener un par de cojones cuando dejé de apostar por el dos de corazones.
Que donde se gana al perder hay que obligar a los ludópatas a ceder. Y que, por eso, no niego que soy desertor de tu gran juego.