Te busco en mi cama

En la triste y obscura soledad de la noche mi cuerpo te búsca en esta fría cama, el olor de tu piel tan húmeda y cálida permanece en mi almohada donde dormiste ayer, que ya no estás no lo puedo creer, mi cuerpo te grita, sollosa, te llama. Mi habitación se hace inmensa tan llena de recuerdos, de todas las noches que nos amamos olvidándonos del tiempo; Necesito tanto de tus besos, de tu aliento y tus caricias y amanecer en tus brazos cada mañana contemplando tu sonrisa. Me enrredo entre las sábanas que aún huelen a tí, sí! tu perfume sigue aquí como el del más profundo incienso y te vuelvo a contemplar, a sentir e idealizar, pero abro mis ojos y veo la realidad... que ya no estás cuando despierto.