Dama de hielo

Las dulces gaviotas levantaron el vuelo, 

mientras en el vacío alfeizar de mi ventana

una sombra de tristeza asoma entre los barrotes

y lo tiñe de rojas lágrimas de desamor. 

El sonido alegre de las risas de los niños

contrastando con la infelicidad que se respira

con las lágrimas no derramadas que pugnan por salir

por derramar todo el dolor de las palabras no dichas. 

Mil puñales clavados en lo más profundo

retorciendo el colador de mi corazón, 

desangrando lentamente mi destino

esperando el anuncio de que todo acabó. 

El vacio hueco que queda bajo mi coraza, 

a la espera de que termine la estocada final,

que acabes para siempre con esta triste espera

las palabras que lleven a una nueva realidad.

Pero tú no estarás allí esperándome, 

como el sol entre las nubes desaparecerás, 

el frío invierno se instalo en mi cuerpo

el hielo por dentro congelarme podrá. 

La dama de hielo resurgirá de sus cenizas

aislará el dolor para que no pueda sufrir, 

tomará el dolor en fría y retórica agonía

inmunizando mi coraza a los golpes de ti. 

La fría sonrisa volverá a mi rostro, 

la mujer que te quería enterrada quedará, 

desaparecerás para siempre de mis tristes días

y en mi mundo la alegría bajo el hielo quedará.

Tu conseguiste resurgir la dama de hielo, 

tú que lamentabas que hubiera estado ahí, 

la echaste con el calor de un amor eterno

y al matarlo duramente la dama de hielo esta aquí.