Me gusta hablarte,
mirando tus ojos,
adivinando pensamientos,
enviando sonrisas al viento.
Me gusta hablarte,
tanteando cielos,
olvidando rutinas,
creando sueños.
Crear palabras,
sentimientos imaginarios,
y de vez en cuándo,
rozar tus labios,
con un leve beso,
que refleja en un instante,
mucho más que un te quiero.
Provocar tu risa,
ó sin venir a cuento,
rozar tu cuello,
con la suavidad,
de una pluma en tus dedos.
Me gusta hablarte,
mirando tus ojos,
recorrer tu cuerpo,
mientras miro más lejos,
imaginando nuevos cielos.
Mientras, tu boca,
me lanza resplandores,
de besos que quedan,
vivos en el tiempo.