Antipoesía

Antipoesía
¡Desde mi vanguardia interior expulso!
Expulso una manifestación solemne
ante la carencia benévola
y todos sus sinónimos.
Se consume la concordia
cual goma arábiga
en tierra candente
Y se extingue lentamente
la abundancia de los buenos frutos
de la faz de la tierra.
Como en cámara lenta
caduca segundo a segundo
la nobleza de las almas
Y gradualmente lo bueno
se esta ¡exterminando! de raíz.
Ya la perversidad medra
cual mala hierba en jardín
¡Hambrunas! ¡Maldad!
¡Guerras sangrientas!
Dolor y destrucción
se palpa alrededor del planeta.
Ya el buen samaritano perdió la fe
y los fieles guerreros
caen rendidos en los campos de batallas
Ya la tierra no produce buenos frutos
Y las sequías desertizan regiónes
que un día fueron tan fértiles
como una hembra.
El hombre culpa a Dios
por todas las calamidades del mundo
Todos son culpables menos él,
ciega sus ojos para no ver la verdad
Y vocifera entre dientes su gran indigencia.
¡Hombre necio y sin escrúpulos!
no blasfemes contra Dios por tu penuria
¡Ya deja de buscar culpables por doquier!
Mira a tu alrededor y acepta,
que tú mismo te estas devastando
Y obra maestra haz hecho,
¡con la gran maldad!
que profesa tu reino.
Palabras del alma
Martha Humphrey
Derechos reservados©